No quiero ni puedo imaginar como hubiera sido la incorporación a mi trabajo a los cuatro meses de nacer Alejandro y la vuelta a la "normalidad" del mundo laboral y la rutina diaria. No imagino cual sería ahora la relación con mi hijo que, seguro, sustituiría el fuerte vinculo que nos une por una relación estupenda pero incompleta. No quiero juzgar a nadie por las decisiones que tome al nacer como madre/padre y menos a aquellos que se ven obligados a tomarlas por una cuestión de supervivencia ya que nuestro sistema social y los gobiernos que venimos sufriendo en la ultima década nos obligan a tener dos sueldos para poder pagar aquello que tendrían que ser bienes básicos y no tener precio de lo extraordinario y prescindible. Insisto, no quiero juzgar a nadie!!! Y mucho menos con la vehemencia que se me está juzgando a mi por quedarme en casa, por rechazar puestos de trabajo que me hubiesen separado muchísimas horas de mi hijo y que me ofrecían muchísimo menos de lo considerado justo en cualquier mercado laboral que se precie en un estado democrático, por ser mujer, por ser minusválida y sí, también por ser madre ya que :"las oportunidades que vas a tener serán menos", dicho por una técnico de RRHH en una entrevista.
Todo mi entorno lo sabe: sí, estoy buscando trabajo!, pero con la parsimonia que me permite la realidad que hemos creado mi marido y yo en la que siempre ha primado la inversión de criar en casa, con apego, con la máxima atención, con la necesaria naturalidad, sin presiones (o sin atender a esas presiones) con el apoyo de nuestras familias, que saben lo importante que es para nosotros que Alejandro siga su propio ritmo, que se desarrolle en un entorno seguro y familiar (cosa que algunas veces cumplen algunas guarderías) y sin prisas. Ni él tiene prisa ni yo por llegar a ese punto. A mi me gustaría relevar al padre de esa carga que es el trabajo fuera del hogar, para que disfrutara más horas de su hijo y estuviera menos cansado, yo por mi parte también lo estoy, a veces realmente agotada, pero no me siento menos mujer ni en desigualdad con mi pareja, que es hombre, por no aportar dinero a casa. Llegará cuando tenga que llegar y cuando Alejandro me necesite menos. En esta línea comprendereis que estos meses atrás, enfrentándome al precario mercado laboral y dándome de bruces con la realidad: licenciada, con cursos, experiencia y algo mas... madre y dos años sin trabajar no puede hacer más que aceptar un puesto de auxiliar administrativo 8 horas en turno partido (cuando no 9 o 9 horas y media) por menos de 800 euros.
Por eso me crispa tanto la opinion del ministro de trabajo Valeriano Gómez ("Si tuviera que elegir una sola medida por encima de todas las demás para estimular la igualdad y, al mismo tiempo, la eficiencia de una economía, la capacidad, la producción y la riqueza a medio y largo plazo, esa sería que todos los chicos pudieran estar escolarizados inmediatamente después de su nacimiento")en respuesta (obviamente desafortunadísima)a las críticas de la OCDE a los bajos índices de conciliación familiar en España. Pues sí que estamos bien!!!. Estos índices se disparan precisamente por esa precariedad laboral y la poca atención, que desde el gobierno, se presta al conjunto de medidas justas que se han promovido en otros países como Islandia o Noruega para estimular, tanto la natalidad, como la producción económica. Que hay pocas plazas de escolarización gratuíta para menores de 3 años, sí pero...sería necesaria la escolarización precoz de esos niños si sus padres pudieran aguantar el tirón con un solo sueldo?, o si desde el gobierno se procurara dotar de ayudas económicas (no ridículas como las actuales) que les permitieran ser criados en casa. Para mi, personalmente, es importante el apego, el éxito de la lactancia materna, la propia lactancia prolongada (o más allá de los seis meses que se están recomendando desde los Centros de Salud mal informados), todo eso que he apuntado antes para la felicidad de mi hijo y su desarrollo futuro como persona, pero que me diga cualquier madre que cria a su hijo a pecho o biberón, que decide ser estricta o no serlo en su educación, la que no renuncia a su trabajo y su vida o la que renuncia a todo por ellos, da igual, que me diga cualquier mujer que es mamá o en edad de serlo si no le dolería dejar a su hijo recién nacido (o con cuatro meses de vida) al cuidado de personas que no conoce de nada y que (palabras del papá de Alejandro) de entrada por buenas profesionales que sean, no les puede ser tan propio, ni lo pueden querer como lo quiere su madre ni de broma. Para tí es el ser humano más importante, en el que pones todo tu amor y esperanza para que llegue a ser, al menos, LIBRE y feliz. Para los cuidadores de una guardería, tu hijo es trabajo y conste que yo conozco profesionales con vocación a los que dejaría el cuidado de mi hijo durante unas horas gustosamente, pero desgraciadamente me ha tocado comprobar que no todos/as son así.
Conste que yo pienso que la opinión del ministro no es más que un despiste y gran desinformación, imagino que quiso decir que por parte del gobierno habría que dotar de plazas escolares (no creo que él pensara que los bebés van al cole a aprender algo con el portatil y el uniforme)a la población que no contaba con ello y lo necesitaba, se le fué la pelota cuando dijo "desde el nacimiento", seguramente indicando que cada niño que nace tendrá ya adquirido el derecho a su plaza... pero es que no estaba en posición de meter tanto la pata, ha olvidado su responsabilidad ya que además no es Ministro de Igualdad ni de Bienestar social, es de TRABAJO y es él precisamente el que debería sembrar de buenas medidas el panorama actual en España para que nuestros hijos fueran, de verdad y una vez por todas, grandes inversiones de futuro.
Ellos serán los trabajadores (eso es precisamente lo que quieren que sean...obreritos sin cerebro a los que dominar) del mañana pero también serán la clase política del mañana. Algunas madres que conozco, algunos grupos, en los que me gusta incluírme...una minoría sí, pero una minoría informada que se moviliza; quieren cambiar el mundo para sus hijos, esto que hemos creado no nos gusta y deberíamos poder cambiarlo. Todo está en nuestras manos, lo creamos o no.
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