Jugando con Ariel a contarnos aventuras inventadas, riendo, como cada tarde, tirados en la alfombra; él me preguntó: ¿mamá de donde sacas esas historias?
_De mirarte a los ojos amor, en tus profundos ojos azules veo un montón de caballeros, dragones y piratas, carreras de coches de caballos alados, de ahí sale la magia_ ¡me miraba incrédulo!
_sí mira , ahora veo la fiesta del té de la señora lagartija con su amigo el elefante Charlie , se sube a una silla de miniatura y hace equilibrios en ella , ¡ las demás lagartijas aplauden...! ¡Viva, viva! ¡Viva Charlie el elefante!_
_Mamá, ¡hablo en serio!, me dijo. _Aunque, mira, había una paloma que ponía huevos de colores en las ventanas de aquellas personas que estaban tristes...una lágrima, ¡un huevo!-
Sí, mi amor, ¡podemos inventarnos lo que tú quieras!
_¿Pero es real mamá?
_Claro que lo es, Ariel, tanto como un sueño